Aernout Mik califica su trabajo de vídeoinstalaciones, ya que la presentación de los vídeos está en relación con el espacio, la disposición de las pantallas, el recorrido del espectador, etc. Y es que con sus videos plantea una especie de laberinto con múltiples proyecciones.
Sus vídeos consisten en secuencias muy cortas y sin narración de absurdos y catástrofes. Sin sonido, las imágenes se van repitiendo en una secuencia sin fin; a lo sumo existen ligeras variaciones, pero se trata básicamente de la misma situación. Las figuras que intervienen son como personajes deshumanizados: en un entorno intencionadamente descuidado, sus gestos no son sus gestos, su contexto no es su contexto, sus relaciones no son sus relaciones... Son personajes o títeres de un ballet mecánico. A priori se diría que son imágenes extrañas, agobiantes, que responden a una estética exhibicionista del dolor, como si se tratara de una autocomplacencia adolescente por lo grotesco.
Así recrea un laberinto de imágenes que implica al espectador; en algunos casos, por ejemplo, con efectos de ligeros movimientos de paredes y/o de la pantalla para intensificar la percepción. Otro aspecto importante: en muchos casos, los retroproyectores, a ras de suelo, proyectan la imagen sobre una pantalla de manera que ésta resulta visible por sus dos caras en el itinerario de la exposición; esto significa que los transeúntes cruzan la fuente de luz e interfieren con su sombra la imagen.
Xavier Veilhan
Es un artista multidisciplinar poseedor de un universo
artístico muy personal, habitado por una heterodoxa gama de personajes,
objetos y animales. A través de juguetes sobredimensionados o artilugios
con cierto aire infantil, el componente lúdico aparece como elemento
fundamental para acercarse a una realidad poblada de símbolos, metáforas
y otras ambiguedades semánticas. Veilhan vuelve la vista hacia el
pasado en un intento por deconstruir géneros e iconografías clásicas: la
reinvención del retrato ecuestre, la conformación de un bestiario
particular a partir de los cánones tradicionales, o la reconversión de
la imaginería de la vanitas en objetos cercanos a la estética pop, son
sólo algunos ejemplos de un trabajo que busca una comunión con el
espectador en forma de experiencia global. La apropiación de elementos
del pasado, lejos de una intencionalidad irónica, responde a un deseo
enriquecedor del propio discurso artístico a partir del alejamiento de
la realidad. Así, el mismo Veilhan ha declarado que su forma de
acercarse a la historia del arte y el dibujo no debe ser entendida como
mera cita, sino como instrumento del que se sirve para realizar su
trabajo.

Vik Muniz
Comenzó su carrera como escultor en la década de 1980. Muniz hizo más conocido por su serie de 1.997 imágenes de Chocolate y 2006 de Fotos de basura.
En 2010, el documental Waste Land, dirigida por Lucy Walker, contó con el trabajo de Muñiz en uno de los vertederos de la basura más grande del mundo.Vik Muniz a menudo se apropia de las imágenes que sirven como base para sus obras de arte de obras de otros artistas de renombre. Por ejemplo, Muniz utiliza la jalea y mantequilla de cacahuete en la creación de la obra Doble Mona Lisa, después de Warhol, de 1999, sobre la base de una impresión de pantalla de 1963 por Warhol y que, a su vez, fue una apropiación de la Mona lisa de Da Vinci.